sábado, 16 de febrero de 2013

Coberturas

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Tomado de: http://goo.gl/UBfqs

A medida que ha pasado el tiempo he empezado a desarrollar una especie de aversión hacia las filas, creo que el hecho de hacer fila es sinónimo de orden, una manifestación de civilización. La fila busca hacer un reparto, recaudo o una atención de manera ordenada, el nivel de confort o agilidad siendo importantes no lo son tanto ante la imperante necesidad de establecer un orden, pero creo que la ausencia casi total de estos dos factores hace que las cosas se tornen en un completo desorden, porque de esta clase de insatisfacción es que salen infinidad de oportunistas que ofrecen atajos administrativos por una cantidad de dinero, o aflora la astucia socarrona de los que buscan colarse y es que una fila mal organizada, en la que impera la desorganización y las largas esperas es caldo de cultivo para que aflore lo peor de nosotros, (incluida la persona o institución que convoco en un principio a la gente) constituyendo así en una verdadera prueba de civilidad y observación a las reglas de convivencia, que en un país como Colombia que.... bueno, ha alcanzado grandes cuotas de barbarie, no es difícil suponer que una variante de esa barbarie aplicado a la vida dentro de una ciudad es precisamente padecer una fila, si no que se lo pregunten a los pensionados (que hoy por hoy ya son una clase casi extinta) en las entradas de los bancos, o a los que tienen que madrugar a las 4 de la mañana para pedir una cita o una autorización en la entidad ¿promotora de salud? (no hay equivocación en los signos de interrogación). Esto me ha servido para darme cuenta de la gran mentira que se escucha entre las personas de clase media baja que dicen que los ricos son la gente mas enferma, solo hay que mirar las entradas de las eps para darse cuenta que los ricos no son los mas enfermos, yo no creo que un rico se llegue a morir haciendo una fila en un hospital o que pierda horas (que se convierten fácilmente en semanas meses y hasta años) para que puedan dar la autorización de exámenes o de otro tipo de procedimiento. 

Pero no solo en lo concerniente a los servicios de salud también están las convocatorias publicas, subsidios y otros tramites como el RUT y demás. En vista de esto hacer fila se ha convertido en sinónimo de incomodidad e inseguridad, quienes nos toca esperar varias horas en una de ellas simplemente pensamos en salir lo más  rápido posible, porque muy adentro de nosotros sabemos el lugar que ocupamos dentro de la sociedad, el de los números, reducidos a unas meras estadísticas, de coberturas con las que se pavonean nuestros dirigentes en las que no se ven reflejados la falta de planeación, la inclemencia y la falta de animo a la hora de hacer un bien a los demas.